Parábola del buen samaritano
Durante un encuentro con expertos en la ley, Jesús fue preguntado sobre cómo heredar la vida eterna. En respuesta, Él destacó los dos mandamientos más importantes: amar a Dios con todo el corazón y al prójimo como a uno mismo. Pero, al ser desafiado con la pregunta: “¿Quién es mi prójimo?”, Jesús contó una historia sorprendente.
Habló de un hombre que fue asaltado y dejado casi muerto en el camino de Jerusalén a Jericó. Un sacerdote y un levita pasaron por allí, pero ignoraron al herido. Sin embargo, un samaritano — un pueblo despreciado por los judíos — se detuvo, curó sus heridas, lo llevó a una posada y hasta pagó por su recuperación.
Jesús entonces preguntó: “¿Cuál de los tres fue el prójimo?” La respuesta fue clara: “El que tuvo compasión.”
Con esto, Jesús enseñó que el verdadero prójimo es quien actúa con compasión, sin importar raza, religión u origen. ¿La lección? “¡Ve y haz tú lo mismo!”
¿Sabías??