La Revolución Industrial transforma la economía
En el siglo XVIII, la Revolución Industrial inició una nueva era de desarrollo tecnológico y económico, cambiando profundamente la sociedad europea. Con avances como la máquina de vapor de James Watt, la producción dejó de ser artesanal y pasó a realizarse en fábricas, aumentando la eficiencia y reduciendo costes. El sector textil fue uno de los primeros en revolucionarse, seguido por la industria siderúrgica y el transporte, con la construcción de ferrocarriles y barcos de vapor.
La industrialización impulsó el crecimiento de las ciudades, llevando a millones de campesinos a migrar a los centros urbanos en busca de trabajo. Sin embargo, las condiciones en las fábricas eran precarias, con largas jornadas laborales y salarios bajos. La nueva organización del trabajo también generó tensiones sociales, lo que resultó en el surgimiento de movimientos obreros que luchaban por mejores derechos.
La Revolución Industrial consolidó el capitalismo, aceleró la modernización de Europa e influyó profundamente en la economía global. El avance tecnológico y el aumento de la producción configuraron el mundo contemporáneo, convirtiendo la industrialización en un hito de la Edad Moderna y en un punto de partida para las innovaciones que transformarían la sociedad en los siglos siguientes.
¿Sabías??