La Guerra de los Treinta Años devasta Europa
Entre 1618 y 1648, la Guerra de los Treinta Años marcó uno de los conflictos más devastadores de la historia europea. Inicialmente motivada por tensiones religiosas entre católicos y protestantes, la guerra se convirtió rápidamente en una disputa política sobre el equilibrio de poder en el continente. El conflicto comenzó en el Sacro Imperio Romano Germánico, con la revuelta de los protestantes de Bohemia contra la autoridad católica de los Habsburgo, pero pronto involucró a grandes potencias como Francia, Suecia y España.
Durante tres décadas, Europa fue escenario de sangrientas batallas, destrucción y hambruna, que provocaron la muerte de millones de personas. El conflicto llegó a su fin con la Paz de Westfalia, firmada en 1648, que redefinió las fronteras europeas y estableció principios diplomáticos que influirían en la política internacional durante los siglos siguientes. El tratado garantizó una mayor autonomía a los estados del Sacro Imperio y consolidó a Francia como potencia dominante.
La Guerra de los Treinta Años dejó un legado de devastación, pero también marcó el nacimiento del concepto de soberanía nacional, influyendo en el equilibrio de poder en Europa y configurando el panorama geopolítico de la Era Moderna.
¿Sabías??