Joaquim y el café
Manuel tenía un primo que desde hacía muchos años sufría de un mal singular. Cada vez que tomaba un sorbo de café, sentía un fuerte pinchazo en el ojo izquierdo. No había remedio que lo curara. ¡Y eso que le encantaba el café! Hasta que un día, un médico amigo de la familia le aconsejó:
- "¡Oh, Joaquín! ¿Por qué no pruebas sacando la cucharita de la taza?"
¿Sabías??