Modernidad y clásicos contemporáneos
El siglo XX trajo una literatura innovadora y reflexiva, marcada por preguntas sobre la sociedad, el individuo y el futuro de la humanidad. Franz Kafka creó narrativas existencialistas desgarradoras, como El proceso y La metamorfosis, que exploran la alienación y la burocracia opresiva. El pesimismo sobre el futuro de la civilización también fue prominente en Un mundo feliz de Aldous Huxley y en Fahrenheit 451 de Ray Bradbury, que advertían sobre los peligros del control social y la censura.
En Estados Unidos, J.D. Salinger capturó la rebelión juvenil en El guardián entre el centeno, mientras que Jack Kerouac, con En la carretera, dio voz a la generación Beat. En América Latina, Gabriel García Márquez marcó el realismo mágico con Cien años de soledad y El amor en los tiempos del cólera. Albert Camus, con El extranjero y La peste, aportó reflexiones existencialistas sobre el absurdo de la vida.
La literatura también ha explorado temas sociales y psicológicos en Matar a un ruiseñor de Harper Lee y Lolita de Vladimir Nabokov. El género distópico y alegórico brilló con La naranja mecánica, de Anthony Burgess, y El señor de las moscas, de William Golding. La fantasía ganó espacio con El Señor de los Anillos, de J.R.R. Tolkien, y Las Crónicas de Narnia, de C.S. Lewis. El siglo XX dejó un legado de obras que continúan desafiando e inspirando a lectores de todo el mundo.
¿Sabías??