Modernidad y clásicos contemporáneos
El siglo XX marcó una revolución en la literatura, aportando nuevas narrativas y preguntas sobre la sociedad y la psique humana. Oscar Wilde, con El retrato de Dorian Gray, exploró la vanidad y la decadencia moral, mientras que Bram Stoker, en Drácula, consolidó el mito del vampiro moderno.
En Alemania, Hermann Hesse trajo reflexiones filosóficas y existenciales con El lobo estepario y Siddhartha, influyendo en generaciones de lectores. La experimentación narrativa alcanzó su apogeo con el Ulises de James Joyce, una de las novelas más complejas de la literatura moderna.
En Estados Unidos, F. Scott Fitzgerald, en El gran Gatsby, capturó el glamour y el vacío de la era del jazz. En Inglaterra, Virginia Woolf innovó con el flujo de conciencia en Al faro y La señora Dalloway, explorando la subjetividad femenina y el tiempo.
La crítica social también se hizo más fuerte. George Orwell, con Rebelión en la granja y 1984, denunció los peligros del totalitarismo y la manipulación política, convirtiéndose en una referencia para las discusiones sobre la libertad y el poder. El siglo XX redefinió la literatura, aportando obras que continúan impactando a los lectores e inspirando debates hasta el día de hoy.
¿Sabías??