La Guerra de los Cien Años (1337-1453)
La Guerra de los Cien Años, que se libró entre Inglaterra y Francia entre 1337 y 1453, fue uno de los conflictos más prolongados de la historia medieval. Las principales causas del conflicto fueron la disputa por el control de territorios, como Guyena, y cuestiones relacionadas con la sucesión al trono francés tras la muerte del rey Carlos IV. Con el tiempo, la guerra implicó una lucha por el poder dinástico, así como una serie de enfrentamientos militares y alianzas políticas.
El conflicto se caracterizó por victorias y derrotas alternas para ambos bandos. Sin embargo, la victoria final de Francia, liderada por figuras como Juana de Arco, marcó el debilitamiento de la nobleza feudal, cuyos ejércitos privados ya no tenían la misma fuerza militar. Por otro lado, el rey Carlos VII logró consolidar una monarquía más centralizada y fuerte, financiada por impuestos y apoyada por un ejército permanente.
La victoria francesa también simbolizó la transición del poder feudal a la formación de estados nacionales centralizados y el fortalecimiento de las monarquías. Este acontecimiento tuvo un gran impacto en las estructuras políticas y sociales de la Europa medieval, marcando el fin de la Edad Media y abriendo el camino para el desarrollo de la Edad Moderna.
¿Sabías??