Los portugueses y el fuego
En Lisboa, después de un incendio en un pequeño edificio, los bomberos, al revisar los escombros, encuentran solo a una persona muerta. Y es el abuelo de Manuel, que está cabeza abajo, con el dedo índice apuntando hacia una de las esquinas de la habitación. A su lado, un extintor de incendios con la siguiente instrucción:
“En caso de incendio, gire cabeza abajo y apunte hacia la llama.”
¿Sabías??