Al principio de todo no había nada
Al principio no existía nada: ni cielo, ni tierra, ¡ni siquiera luz! Pero Dios, con Su gran amor y poder, comenzó a crear el mundo. ¡Y lo hizo en seis días, con mucho cuidado y perfección!
En el 1º día, Dios creó la luz y separó el día de la noche.
En el 2º día, hizo el cielo bien azul.
En el 3º día, creó la tierra seca, los mares, los árboles y las plantas. ¡Todo se volvió colorido y lleno de vida!
En el 4º día, Dios puso el sol para brillar de día, y la luna y las estrellas para adornar el cielo por la noche.
En el 5º día, creó los peces en el mar y las aves en el cielo. ¡Qué hermoso debió ser escuchar los primeros cantos!
En el 6º día, Dios hizo a los animales de la tierra: leones, conejitos, vacas, perritos…
Y luego, la parte más especial: creó al ser humano a Su imagen y semejanza. Primero vino Adán y luego Eva, para ser compañeros y cuidar de la creación.
En el 7º día, Dios descansó. Vio que todo lo que había hecho era muy bueno. Por eso, dedicamos un día para descansar y recordar el amor de Dios.
¿Sabías??