La caída de Roma
La caída del Imperio Romano en el año 476 d.C. es uno de los hitos más significativos de la historia, representando el fin de la Antigüedad y el comienzo de la Edad Media. El Imperio que una vez controló vastas áreas de Europa, el norte de África y Asia occidental cayó en decadencia debido a una combinación de factores que debilitaron su estructura.
Internamente, el imperio enfrentaba inestabilidad política, con frecuentes cambios de emperadores y mucha corrupción administrativa. La ineficiencia gubernamental y la creciente desigualdad social también contribuyeron al colapso. Además, las dificultades para mantener las fronteras y la presión militar debilitaron aún más la estructura romana. En el exterior, los invasores bárbaros, como los visigodos, los vándalos y los ostrogodos, atacaron repetidamente las fronteras romanas. El saqueo de Roma por Alarico en el año 410 d. C. y la invasión de los vándalos en el año 455 d. C. fueron acontecimientos decisivos que culminaron con la deposición del último emperador romano, Rómulo Augústulo, por Odoacro en el año 476 d. C.
Tras la caída, el Imperio Romano de Occidente se fragmentó, dando lugar a reinos bárbaros como los francos y los visigodos. Aunque este período ha sido llamado la Edad Oscura, también fue una época de importantes transformaciones.
¿Sabías??