Cada vez que Ángela se despertaba de madrugada para beber agua
Cada vez que Ángela se despertaba de madrugada para beber agua, pasaba por el loro de la familia, que siempre decía:
- ¿Vas a dar ahora, eh?
Una noche, cansada de la situación, se lo contó a su marido, quien no le creyó. Entonces, Ángela le dijo que se pusiera su ropa y pasara frente al loro. El hombre se vistió todo y salió por el pasillo. Al pasar por el loro, el ave dijo:
- Además de cornudo, ¿te volviste loco?...
¿Sabías??