suelo arcilloso
Descubra las características y aplicaciones de un recurso versátil
El suelo arcilloso, uno de los más conocidos por su peculiar composición, ha llamado la atención por su versatilidad y propiedades que impactan directamente en sus funciones y usos. Compuesto por más del 45% de partículas extremadamente pequeñas, menores a 0,002 mm, destaca tanto en el campo como en la construcción civil.
Características únicas
La principal característica del suelo arcilloso es su textura suave y pegajosa cuando está mojado, que se vuelve duro y compacto cuando se seca. La presencia de microporos dificulta la circulación del aire y del agua, pero garantiza una alta retención de humedad. Su color varía entre tonos oscuros, en suelos ricos en materia orgánica, y rojizos o amarillentos, debido a la presencia de óxidos de hierro.
Propiedades que marcan la diferencia
Retención de agua: La baja permeabilidad de este suelo permite una gran retención de agua, útil para ecosistemas y proyectos de riego. Sin embargo, puede provocar anegamientos después de fuertes lluvias.
Fertilidad: Ideal para algunos cultivos, el suelo arcilloso puede ser muy fértil, pero la composición mineral varía dependiendo de su formación.
Compactación y Permeabilidad: Su carácter compacto dificulta la infiltración del agua, favoreciendo la formación de encharcamientos... ¿Sabías?