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Apuesta a tu saber, no a la suerte
Chistes de suegras
La suegra y el burro
Un compadre le preguntó a otro:
- ¿Qué pasó, compadre? ¿Por qué tanta gente en tu casa? ¿Alguien murió?
- Sí, compadre, mi burro mató a mi suegra con una patada.
- ¡Ahhh! ¿Y toda esta gente conocía a tu suegra?
- No, compadre, vinieron a comprar el burro.
La suegra en el hospital
El marido llega a casa después de visitar a su suegra en el hospital.
- ¿Cómo está mamá?" pregunta la esposa.
- ¡Ah, está muy bien! responde el marido. - Está tan sana como un caballo y vivirá por muchos años. La semana que viene la darán de alta y se vendrá a vivir con nosotros por mucho, mucho tiempo.
- ¿Pero cómo es eso posible? pregunta la mujer confundida. - ¡Ayer parecía estar al borde de la muerte y el equipo médico dijo que le quedaban pocos días de vida!
- No sé cómo estaba ayer, pero hoy, cuando le pregunté al médico sobre su estado, me dijo que deberíamos prepararnos para lo peor.
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El entierro del yerno
El médico le dice al paciente moribundo:
- ¿Por qué quiere ser sepultado en el mar?
- ¡Porque mi suegra juró varias veces que va a bailar sobre mi tumba!
La sorprendente visita de los censistas
Dos hombres del censo llegan a una casa y preguntan:
– ¿Cuál es su nombre?
– Adán.
– ¿Y el nombre de su esposa?
– Eva.
Uno de los hombres no aguanta más la situación y, con una sonrisa en el rostro, pregunta:
– ¡Increíble! ¿La serpiente también vive aquí?
– Sí, un momento… ¡Suegra, ven aquí a la puerta! ¡Quieren conocerte!
La visita de la suegra
Un buen día, la suegra toca la puerta de la casa de su yerno con una maleta. El hombre abre la puerta y se sorprende al ver la visita.
La suegra, extrañada por su reacción, le pregunta:
– ¿Por qué tanto asombro? ¿Acaso mi hija no te dijo que venía a pasar las vacaciones con ustedes?
– Sí, me dijo, pero pensé que era una broma para hacerme dejar de tener hipo.
Asilo de ancianos
Un hombre toca la puerta de una casa, y cuando un hombre la abre, le pregunta:
– ¿Podría contribuir con el hogar de ancianos?
– ¡Claro! Espere un momento, voy a buscar a mi suegra.
La suegra murió
Un hombre llega donde su amigo y dice:
– Mi suegra murió y ahora estoy en duda. No sé si ir a trabajar o ir a su funeral. ¿Qué crees tú?
– Primero el trabajo. ¡Después la diversión!
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