La rubia en el restaurante
Una rubia va a un restaurante y pide:
- Quiero una sopa bien caliente, por favor.
El camarero pregunta:
- ¿Quiere que le traiga la sopa con la tapa?
Ella responde:
- ¡No, la quiero con la sopa!
La rubia y las matemáticas
La rubia entra a la biblioteca y le pregunta al bibliotecario:
- ¿Cuál es la última novedad en matemáticas?
El bibliotecario responde:
- La suma de 1 + 1.
La rubia piensa por un momento y dice:
- ¡Ah, eso lo sé! ¡Da 11!
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La rubia y el espejo
La rubia se mira en el espejo y dice:
- ¡Vaya! ¡Qué maravillosa estoy!
Su amigo le pregunta:
- ¿No crees que estás exagerando un poco?
Ella responde:
- ¡Claro que no! Siempre confío en el espejo... ¡Nunca miente!
La rubia y la leche fría
Un día, un hombre le preguntó a otro:
- ¿Por qué tu esposa no toma leche fría?
- Y el otro respondió:
- Porque no pudo meter la vaca en la nevera.
La rubia y el descuento
La rubia entra en una tienda y pregunta:
- ¿Qué es este descuento del 50%?
- El vendedor responde:
- Usted paga la mitad del precio.
Ella, sorprendida, pregunta:
¿Y qué pasa con la otra mitad?
El robo de la rubia
La rubia llega a casa y ve la puerta abierta. Ella llama a la policía y dice:
- ¡Me han robado!
- El policía pregunta:
- ¿Qué te han robado?
- Ella responde:
- ¡Mi computadora!
- El policía luego pregunta:
- ¿Tienes datos importantes en ella?
- Y ella responde:
- No, ¡pero tenía internet!
La gran idea de la rubia
Paseando en coche por el interior del noreste de Brasil, con un calor insoportable, estaban tres amigas: una rubia, una morena y una pelirroja. De repente, el coche en el que iban se detiene y la pelirroja dice:
— ¡Se me ocurre una idea! Vamos a llevarnos cada una una parte del coche. Yo me llevo los asientos, por si me canso, me siento.
— Yo me llevo el agua, ¡por si me da sed! — dice la morena.
La rubia, pensativa, dice: — Yo me llevo la ventana.
Confusa, la pelirroja pregunta: — ¿Pero por qué te vas a llevar la ventana?
— ¡Duh! ¡Porque con este calor puedo abrir la ventana!
La rubia y el rompecabezas
La rubia llama al celular de su novio:
- Amor, hola, soy yo... Tengo un problema enorme.
- ¿Qué pasó, querida?
- Compré un rompecabezas, pero es muy difícil... Las piezas no encajan...
- Mi amor, ya te he enseñado a armar varios tipos de rompecabezas, ¿verdad? Primero debes encontrar las esquinas... ¿Lo olvidaste?
- Sí, recordé que me dijiste eso, pero es que no encuentro las esquinas...
- Ok... ¿Cuál es la imagen? Debe estar en la caja", pregunta el novio.
- Es un tigre... responde, nerviosa.
- ¿Un tigre? No recuerdo ese rompecabezas...
tranquila, ya voy para allá.
Cuando llega, ella lo lleva a la cocina y le muestra el rompecabezas sobre la mesa. El novio lo mira, mueve la cabeza, llora, da un golpe en la pared, cuenta hasta 10 tres veces y, después de un largo y pensativo silencio, no aguanta más y explota:
- ¡Pon los Sucrilhos de vuelta en la caja!
La rubia y el viaje
Era domingo por la mañana, y todos en el pequeño pueblo estaban reunidos en la iglesia. Entonces el padre pregunta:
- ¿Quién quiere ir al Cielo?
- ¡YO!" - gritaron todos, excepto la rubia de la tercera fila, que permaneció callada e inmóvil.
El padre, notando la actitud de la rubia, vuelve a preguntar:
- ¿Quién quiere ir al Cielo??
De nuevo, todos gritaron, excepto la misma rubia.
Entonces el padre se le acerca y pregunta:
- Hija mía, ¿por qué no quieres ir al Cielo?
- Ay, padre, querer sí quiero, pero este viaje está muy lleno, mejor espero al próximo.
Recomendación para una Amiga Rubia
La rubia iba a viajar a Río de Janeiro el fin de semana. Antes de partir, un amigo le dio una recomendación:
- Ten cuidado, en Río de Janeiro hace 50 grados a la sombra.
La rubia agradeció el consejo, pero un mes después regresó más bronceada que un carbón.
Cuando se encontró con su amigo, este enseguida le preguntó:
- ¿No te advertí que tuvieras cuidado?
Y la rubia respondió:
- Pues sí, tú dijiste que hacía 50 grados a la sombra, ¡así que siempre caminaba por el lado del sol!
La rubia y el champú.
Dos amigas, una rubia y una morena, vivían juntas.
Un día, mientras se duchaba, la rubia vio algo escrito en el champú de la morena: "Champú Reparador".
- ¡Uy, no! - dijo ella - "Mejor giro este frasco, no quiero bañarme con un champú que me esté reparando a mí".
Entonces giró el champú hacia la pared, pero al leer la etiqueta del otro lado, decidió dejarlo de frente.
Estaba escrito: "¡Repara mucho más!"
La Rubia y la Aceituna Rebelde
Después de ver a una rubia pasar varias horas intentando pinchar una aceituna con un palillo, haciendo que se deslizara de un lado a otro del plato, el camarero de la pizzería decide ayudarla.
- ¿Señorita, me permite intentar coger esta aceituna?
- Puede intentar... dice la rubia, agotada. "¡De todos modos no lo va a conseguir!
Entonces el camarero agarra otro palillo y, ¡pum!, lo clava a la primera.
"¡Ah, eso no vale!" refunfuña la rubia. "¡La aceituna ya estaba cansada!"
La Rubia y el Medicamento
Una rubia fue al médico porque no se sentía bien. El médico dijo:
- Toma este medicamento y te sentirás mejor.
Después de una semana, la rubia volvió con los mismos síntomas. El médico pregunta:
- ¿Pero tomaste el medicamento que te receté?
Y ella responde:
- ¡Imposible, doctor! ¡En el frasco decía: 'Conservar cerrado'!
La Rubia en la Autoescuela
La rubia llega a la autoescuela vestida de portera.
El instructor, curioso, pregunta:
- ¿Por qué estás vestida así?
La rubia responde:
- Dijiste que el Celta estaba ocupado y que me ibas a entrenar en el gol...
Rubia en el Médico
Durante una consulta médica, la rubia pregunta:
- ¿Doctor, va a doler?
El médico responde:
- Sí, va a doler, pero hasta mañana pasará.
Y la rubia dice:
- ¡Entonces vuelvo mañana!
La Rubia y el Escarabajo
Una rubia iba conduciendo su escarabajo por la carretera cuando el coche se averió. Ella se detuvo en el arcén, bajó y abrió el capó delantero.
Asustada, dijo:
- ¡Dios mío, se robaron mi motor!
En eso llega otra rubia con otro escarabajo, se detiene, baja y pregunta:
- ¿Qué pasó?
- ¡Se robaron mi motor!
Y la otra rubia responde:
-No te preocupes, tengo uno de repuesto en mi maletero.
Rubias de compras
Una rubia, muy tonta, va a una liquidación y encuentra una ganga.
- Quiero llevarme esta televisión, dice ella.
- Lo siento, pero no vendemos a rubias…
Ella corre a casa, se tiñe el cabello y regresa a la tienda.
- Quiero esta televisión, dice.
- Lo siento, pero no vendemos a rubias…
- ¡Vaya! Me reconoció”, pensó.
Entonces va a casa de nuevo, se hace un disfraz completo: se corta el cabello, se lo tiñe otra vez, se pone ropa diferente, gafas de sol, ¡y lista!
- Hola… Quiero comprar esta televisión.
- Lo siento, pero no vendemos a rubias.
Furiosa, pregunta:
- ¡Oye! ¿Cómo sabes que soy rubia?
El dependiente responde:
- Porque eso no es una televisión. Es un microondas.
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