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Antiguedade Clasica

Grecia está situada en la península de los Balcanes y está bañada por el mar Mediterráneo. Su civilización surgió a partir del siglo VIII a.C., teniendo sus raíces en la Grecia continental, las islas del mar Egeo y las costas de Asia Menor. Posteriormente se expandió hasta las costas del mar Mediterráneo, estableciendo colonias que contribuyeron a los vínculos económicos y culturales.

Grecia está marcada por sus montañas, con pocas llanuras y un litoral lleno de golfos y bahías. El clima es predominantemente seco, con veranos calurosos. Esta geografía, combinada con rivalidades entre grupos griegos, dio lugar a la formación de ciudades-estado, o polis, cada una con su propio gobierno, ejército y leyes, lo que contribuyó al aislamiento de las poblaciones.
Cada ciudad-estado griega estaba dividida en tres partes:
- La acrópolis, ubicada en una colina rodeada de murallas, albergaba edificios públicos y religiosos;
- El área urbana, con barrios de viviendas y una plaza central llamada ágora, utilizada para el comercio y las reuniones;
- El campo circundante, con tierras de cultivo y pastos para abastecer a la ciudad.
A pesar de las diferencias políticas, ciudades-estado como Atenas, Esparta y Corinto compartían idioma, religión, costumbres y juegos, creando un sentido de unidad entre los griegos.

A pesar de la pobreza del suelo de Atenas, la agricultura era la principal actividad de la mayoría de la población, que cultivaba vino, aceite de oliva, cereales, miel y practicaba la ganadería. En la artesanía producían cerámica, objetos y se dedicaban a la metalurgia para fabricar armas, además de la construcción naval. Situada en la península del Ática y cerca del puerto del Pireo, Atenas prosperó gracias al comercio a lo largo del Mediterráneo y el Mar Negro. Inicialmente basado en el intercambio directo, el comercio adoptó gradualmente el uso de la moneda (dracma), facilitado por las minas de plata de Atenas que permitían acuñar monedas.
Atenas emergió como la ciudad más poderosa del mundo griego debido a su próspera economía. comercial, marítimo y monetario, desarrollando una robusta flota naval y comercial. El ágora, un espacio público que funcionaba como centro económico, social y político de la ciudad, albergaba el mercado donde se utilizaba ampliamente la moneda.

La sociedad ateniense se formó de la siguiente manera:
Ciudadanos: individuos varones, libres, mayores de 20 años, hijos de padre y madre atenienses, que realizaban el servicio militar, tenían derechos políticos y tierras. Correspondían a alrededor del 10% de la población de Atenas;
Metecos: Extranjeros libres que residían en Atenas, sin derechos políticos ni civiles, pero obligados a realizar el servicio militar y pagar impuestos. Generalmente se dedicaban a la artesanía y al comercio y no podían poseer tierras;
Esclavos: Eran el grupo sin derechos más numeroso, realizaban tareas pesadas como trabajos en minas, trabajos domésticos o construcción de obras públicas, y generalmente eran prisioneros de guerra.
La sociedad ateniense estaba marcada por profundas desigualdades, donde los ciudadanos tenían privilegios políticos y de propiedad, mientras que los esclavos eran tratados como mercancías desprovistas de derechos individuales.

En el siglo V a.C., en Atenas nace la democracia, un régimen político donde todos los ciudadanos son libres e iguales ante la ley. Clístenes fue su fundador y Pericles lo consolidó, permitiendo a todos participar en la vida política y otorgando remuneraciones a los más pobres.
Los principales órganos de poder fueron:
Ecclesia (o Asamblea del pueblo): formada por todos los ciudadanos, aprobó leyes, nombró magistrados y decidió sobre cuestiones de guerra y paz;
Bulé (o Consejo de los Quinientos): redactó leyes para ser aprobadas por la Ecclesia;
Helieu: juzgó la mayoría de los asuntos públicos y privados
; Aerópago: encargado de juzgar delitos de homicidio y cuestiones religiosas.

La originalidad de la democracia ateniense radica en que es una democracia directa, es decir, todos los ciudadanos participan en el gobierno de la polis a través de su participación en la Ecclesia, sin existencia de representantes. Sin embargo, tenía contradicciones: sólo los ciudadanos tenían derechos políticos, excluyendo a los metecos (extranjeros), las mujeres y los esclavos. Además, hubo restricciones a la libertad de expresión, como el ostracismo (expulsión de la ciudad-estado de Atenas por 10 años) y la pena de muerte (aspecto que no es aceptable a la luz de la democracia actual). Atenas también ejerció el imperialismo sobre las ciudades-estado aliadas con la Liga de Delos (una alianza defensiva de ciudades-estado contra los persas). A pesar de sus limitaciones, inspiró a las democracias actuales. Utilizando el método comparativo entre el gobierno ateniense y los gobiernos democráticos actuales, mostrando una evolución en el tiempo, teniendo sus orígenes en la Antigua Grecia.

Las manifestaciones artísticas constituyen uno de los aspectos más significativos de la civilización griega. El arte griego, conocido como arte clásico, alcanzó su apogeo en los siglos V y IV a.C., influyendo profundamente en la cultura europea en diferentes épocas. El arte está estrechamente vinculado a la religión, a través de la construcción de templos, esculturas y pinturas. Sus principales características fueron la perfección, el equilibrio, el orden y la armonía de las formas. El arte se adapta al hombre, es decir, la principal preocupación del artista era valorar y potenciar las características del ser humano. Los griegos defendían la idea de que incluso las cosas útiles debían ser bellas para despertar el sentimiento de admiración, por ello, incluso en los objetos cotidianos, buscaban despertar la admiración y el respeto.

Los templos y estadios representan excelentes ejemplos de la arquitectura clásica griega, que se distingue por las características de la base, soporte y techo de los edificios, definiendo tres estilos arquitectónicos: dórico, jónico y corintio. Las columnas desempeñaban un papel central en la estructura de los templos griegos, sosteniendo todo el edificio, a menudo construido de mármol. Algunos ejemplos notables de esta arquitectura incluyen el Partenón, el Erecteion, el templo de Atenea Niké y el teatro de Dioniso, todos ubicados en la Acrópolis de Atenas.

La antigua Grecia dejó importantes legados a las sociedades occidentales. Su democracia, aunque con limitaciones como la exclusión de esclavos y mujeres, introdujo la igualdad ante la ley y la participación política de los ciudadanos. Además, el arte griego, con su influencia arquitectónica y escultórica, inspiró movimientos posteriores como el Renacimiento y el Neoclasicismo. La lengua griega fue uno de los elementos unificadores del pueblo griego, a pesar de la existencia de varias poleis, y constituyó un vehículo de transmisión de la cultura erudita (valores e ideas) hasta nuestros días. Perduran también las aportaciones en campos como la historia, la medicina y la filosofía, especialmente en la reflexión sobre la naturaleza del universo y el ser humano. El énfasis en la educación integral, presente en Atenas, que debería permitir un desarrollo integral y armonioso, tanto física como intelectualmente, sigue siendo relevante en las sociedades contemporáneas.

La escultura griega alcanzó su apogeo en el siglo V a.C., destacándose en estatuas y bajorrelieves que retrataban dioses, líderes militares, políticos, héroes y deportistas. Estas esculturas representaban el ideal de la belleza humana, caracterizada por el naturalismo, la perfección anatómica, la serenidad, la armonía de las formas y la sensación de movimiento. Fidias, Policleto y Mirón fueron los principales escultores de este período, y sus obras complementaron a menudo la arquitectura, decorando frontones y frisos de teatros, edificios públicos y templos.
En cuanto a la pintura griega, prácticamente desapareció, conservándose sólo en cerámica, en platos y vasijas utilizadas para almacenar vino o aceite de oliva. Los temas principales incluían escenas de la vida cotidiana, mitos de dioses y héroes y competiciones deportivas. Las figuras se pintaban en negro sobre fondo rojo, o viceversa, utilizando la propia arcilla como lienzo.

El teatro griego tuvo su origen en las fiestas en honor al dios Dioniso, dios del vino. Durante la primavera, durante estas festividades, se representaban dos géneros teatrales: la comedia y la tragedia. Las representaciones se desarrollaron al aire libre, con los actores (siempre hombres) usando máscaras acordes con sus personajes. Las tragedias retrataban escenas dramáticas de la vida de dioses y héroes, con autores como Esquilo, Sófocles y Eurípides. La comedia satirizaba la vida política y social de Atenas, liderada por Aristófanes. Estas obras contribuyeron a reflexiones cívicas y religiosas en la vida de los griegos.

Los Juegos Olímpicos comenzaron como una expresión cultural de los griegos. Celebradas cada cuatro años alrededor del Templo de Zeus en Olimpia, presentaban competiciones deportivas que atraían a atletas de toda Grecia, incluidas carreras y lucha libre. Además, incluyeron ceremonias religiosas y concursos de música y teatro. Estos juegos reflejaban la religiosidad y unidad del pueblo griego, ya que Zeus era adorado en todo el territorio griego y durante los juegos no había rivalidad entre las poleis.

En la literatura griega antigua destacan las obras maestras de Homero, "La Ilíada" y "La Odisea", que narran la historia del pueblo griego en forma de poemas épicos. Además, Hesíodo también destacó con obras como “La Teogonía” y “Las Obras y los Días”. Los griegos se destacaron en varias áreas del conocimiento. Su búsqueda racional de los orígenes de la humanidad, el universo y las fuerzas naturales los llevó al desarrollo de la filosofía, con figuras como Sócrates, Platón y Aristóteles. Esta búsqueda de la sabiduría impulsó también el avance en otras áreas, como las Matemáticas, con Pitágoras; Medicina, con Hipócrates; Oratoria, con Pericles y Demóstenes e Historia, con Heródoto y Tucídides.